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Colección de Cuentos

¡Hola!
¡Con mucha felicidad, les comparto que mi libro: Colección de Cuentos, ya está disponible en Amazon!
En México, por el momento, sólo se puede pedir de manera electrónica para lectura en Kindle.
¡Si vives en Estados Unidos o España, puedes pedirlo en físico!
Los invito a leerlo. En esta colección, junté algunos de los cuentos que escribí el año pasado para diferentes concursos y retos, cómo Enero del 2045 (que lo llegé a publicar en partes aquí), Colmillos de Marfil, Alma de Plata y ¿Dónde Estás?

Les paso el link:
https://www.amazon.com/Colecci%C3%B3n-Cuentos-Volumen-I-Spanish/dp/B08BDXM76D/

¡Gracias!


Cuando lo lean, ¡apreciaría que dejaran un review de estrellas o un comentario!

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Tormenta

Una tormenta En sí, refleja el poder de nuestro Señor. Relámpago ilumina la noche, Y los tambores empiezan en la distancia a sonar Poco a poco crece en intensidad El sonido, que al final,  Retumba en tu interior.  Y mueve los cimientos de la tierra misma. Una tormenta  Con lluvia que penetra la tierra Cumple su deber de regar  Las plantas que tanto esperaron bebida Con lluvia que baña a las criaturas Que alaban al Creador  Una tormeta  Feroz como el león  Que libera su rugido  Que penetra tu interior La tormenta 

Microrrelato: Señor de los Girasoles

Todos los días veía a un señor parado en la esquina. Vendía girasoles. Llegaba temprano con sus zapatos cafés bien lustrados, pantalones ajustados con un cinturón de piel y camisa blanca bien planchada. Una sonrisa iluminaba su cara arrugada cada vez que alguien pasaba. Ofrecía sus flores a cualquiera: parejas, solteros y niños. Al final, cuando el sol se escondía detrás de la residencia de enfrente, él hacía descansar las cubetas en su carreta. Pero estaban llenas de flores. Flores cabizbajas, el mismo número que había traído en la mañana … todas, menos una. Ese girasol en la mano tiesa del señor ya tenía dueño, pues era un regalo. Lo seguí por las sombras. Sus pasos hicieron crujir el suelo por diez minutos de camino. Y al final, el girasol llegó a descansar en la piedra fría de una tumba. María del Sol. Y con su último suspiro, las últimas gotas de vida,  la flor levantó su rostro hacia el nombre. El señor siguió su camino para desaparecer en la oscuridad ...