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La Memoria de lo Prehispánico





Resumen de la Labor de los Estudiosos

Con la conquista, el siglo XVI tajo muchas cosas a México. Empezaron a andar mecanismos de cambio: progresión y regresión, que no se podrían detener. En medio de la destrucción, resaltan los héroes que preservarían el recuerdo de la cultura virgen de un gran imperio. Estos héroes fueron los Frailes que lograron que dos culturas opuestas se combinaran y se enriquecieran mutuamente. Sin embargo, con sus logros también hubo fallas, pues algunos simpatizaron con los métodos agresivos de evangelismo, métodos que preferían ver a un indígena supuestamente “convertido” que a salvo físicamente. Y la conversión que ellos predicaban era a una cristiandad de apariencias, una de lealtad a la Iglesia Católica y a la Corona, de ritos de bautismo y de adoración a los mismos dioses “cristianizados”.  Otros evangelizadores vieron más allá de la conquista y protegieron a los indígenas de la crueldad.  Dicho esto, sabiendo que pasado lo pasado los Evangelizadores fueron un engrane crucial en la historia, continuo con un resumen de aquellos vistos en el curso.
 Sería bueno comenzar con la labor de Fray Toribio de Benavente o “Motolinía” ya que fue uno de los primeros doce franciscanos enviados de España en 1523, con Martín de Valencia como líder. Después de la jornada desde la costa hasta Tenochtitlán a pie, Hernán Cortés los recibió con gusto. Los indígenas nombraron a Benavente “Motolinía” o “pobre”, ya que vestía humildemente.  Benavente enfrentó Fray Bartolomé de las Casas, porque no estaba de acuerdo con cómo Las Casas advocaba por los indígenas. Krauze dice esto: “Motolinía no podía admitir la crudelísima pintura que Las Casas hacía de la Conquista y los Conquistadores.” (Krauze, 2005).  Sin embargo, Benavente dejó varios documentos importantes. Por ejemplo, están Camino del Espíritu, Calendario Mexicano, Doctrina Cristiana, Memoriales y Historia de los Indios de la Nueva España. Al juntar sus textos, Benavente “Se apoya en textos bíblicos y en las autoridades clásicas, pero también consulta informantes indígenas y no desdeña el valor de su testimonio personal a partir de lo visto, como prueba de verdad.” (Barisone, 2010, pg.4)

Fray Bernardino de Sahagún siguió a los primeros franciscanos. Él llegó en 1529 con el segundo grupo enviado de España. Sahagún no solo hizo contacto con la élite azteca, sino se esforzó en conservar su cultura, pues apreció su valor. El asegurar que el náhuatl tiene la misma importancia que el latín habla mucho de la perspectiva de Sahagún sobre la Nueva España. Con ayuda de otros, recogió los Huehuetlahtolli y los usó como base de sus obras.  Se esforzó para que su trabajo fuera exacto y verídico. Usó cuestionarios para los ancianos y pidió la ayuda de los estudiantes indígenas de los colegios franciscanos, para que escribieran en náhuatl lo relacionado con religión, costumbres, morales, y la organización política. (Barisone, 2010.)  Entre sus obras están la Historia General de las Cosas de la Nueva España, el Códice Florentino y los Códices Matritenses. Gracias a estas obras metódicas se tiene conocimiento de la cultura prehispánica. Sobre la Historia General, uno de los textos del curso dice que “está cargada de comprensión y de incomprensiones. Fue teñida por un sueño que no se realizó y persiste como una realidad que no fue soñada, fuente que da a conocer al hombre náhuatl y en última instancia al hombre.” (Alfredo, 2011, pp.389). Otra las contribuciones de Sahagún fue el servir de maestro en el Colegio de Tlatelolco donde los hijos de los nobles aztecas podían obtener su educación.
Otro de los frailes fue Diego Durán, quien pertenecía a la orden dominicana. Nacido en 1537 años después de la conquista, llegó a México cuando tenía alrededor de 7 años. Pudo dominar el náhuatl, lengua que conoció al viajar a Oaxaca, y conoció a los ancianos que presenciaron la conquista. (Barisone, 2001). Pero sus obras no nacieron de admiración a la cultura azteca, sino de juicio, ya que Durán pertenecía a la misma orden de la Inquisición.       Sus obras son El Libro de los dioses y los Ritos, El Calendario Antiguo y La Historia de las Indias    de Nueva España e Islas de Tierra Firme (Códice Durán.)  A través de los capítulos del Códice Durán, podemos ver la historia detallada de los mexicas-- desde el origen hasta la caída de Tenochtitlán—y desglosamiento de las divinidades, los ritos y festividades. Tuvo un análisis minucioso de las divinidades aztecas, pues Durán sospechaba que la conversión de los indígenas era superficial y concluyó que era necesario deshacerse de toda superstición y rito anclado en la religión azteca.  Diego Durán fue uno de los que mejor conoció el mundo indígena y eso se refleja en todas sus obras.
El último personaje es el Doctor Ángel María Garibay, quien nació en 1892 en Toluca. Desde chico tuvo mucho interés por el conocimiento y a él dedicó su vida. En 1917, fue ordenó sacerdote. Aprendió a leer en latín, griego, hebreo, francés, italiano, alemán, inglés, náhuatl y otomí. Aunque tuvo la oportunidad de seguir sus estudios en Roma, Garibay nunca salió de México. Su principal esfuerzo fue en despertar el interés por el universo indígena y resaltar su importancia, pues esa cultura se enfrenta a la desaparición por la globalización. León-Portilla escribe: “El destino de las lenguas indígenas en el tercer milenio dependerá de quienes las tienen por suyas. Requerirán ellos el reconocimiento de su valor por parte del resto de la sociedad, incluyendo a los gobiernos.” (2001, pp. 741). Entre las aportaciones de Garibay están Poesía indígena de la altiplanicie y Épica Náhuatl, 1952.
En conclusión, fueron Benavente, Sahagún, Durán y Garibay las mentes que reconocieron el valor de la cultura y el legado del mundo prehispánico (haciendo caso omiso a sus intenciones personales) e hicieron todo en su poder para documentarlo y así conservarlo. Fue gracias a ellos y a sus esfuerzos que tenemos al México actual.




REFERENCIAS


Krauze, E. Los padres fundadores. Letras libres. 31 de enero 2005.

León Portilla, M. Para la historia de Estudios de Cultura náhuatl. Historia Mexicana, vol. L, núm. 4, abril - junio, 2001. El Colegio de México, A.C. Distrito Federal, México

López Austin, Alfredo. (2011). Estudio acerca del método de investigación de fray Bernardino de Sahagún. Estudios de cultura náhuatl, 42

Barisone, J. A. Los cronistas religiosos de la Nueva España. IX Congreso Argentino de Hispanistas. “El Hispanismo ante el Bicentenario”. La Plata, 27-30 de abril de 2010.

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