¡Hola a todos! Hace más de un mes, me enfrenté a un reto especial. Se trataba de escribir un cuento corto. Y aunque no puede sonar muy difícil, había una característica que consideré limitante. La aventura fantástica debía ocurrir en alguna parte del estado de Jalisco. En eso me atoré por varios días. A decir verdad, pensé que no había nada interesante o fantástico en una historia en Jalisco. Simplemente no cabía. Qué fácil hubiera estado si tuviera que ser en Europa, Asia, Africa, o alguna isla en el pacífico. Me pude haber ido un poco atrás a la era Victoriana, a las guerras mundiales, revoluciones ¡la Era Media! Pero no, Jalisco. Lo único que se me ocurrió fue algo de la Independencia o la Colonia, pero nada de fantasía. Puse todo eso a un lado y no sabiendo cómo desarrollaría la trama, empecé a escribir una idea sobre un monólogo de una joven. Y fue algo muy aburrido. Y así lo dejé. Sin embargo, empecé a ver que México es un país que reboza de cultura. Colores, sabores...
From the Heart of a True Reader