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Una Lección de las Golondrinas




Mirando las golondrinas en la esquina de nuestra cochera...
Los tres pajarillos en su nido aguardan... esperando solo una cosa: el alimento que les traerán papá y mamá.

Y mamá y papá, son un equipo. Un equipo muy diligente, dedicado a cumplir una única tarea. ¿La misión? Alimentar a sus polluelos para que crezcan y se conviertan en las golondrinas que el próximo año estarán haciendo la misma cosa que ellos. Criar a la siguiente generación.

Papá y Mamá golondrina cooperan, no para enriquecerse, hacerse famosos, ser de buen nombre... No, sino que trabajan para criar a sus polluelos, juntos.

¿No es esto lo que Dios describe como el rol de los padres en la familia? ¿De la unidad en el matrimonio? La crianza de los hijos es una comisión sumamente importante. Es de gran estima, algo inapreciable. No se puede llevar a cabo con éxito si no es con el poder de Cristo en la vida de dos creyentes. Creo que podemos aprender varias cosas de las golondrinas, y de muchos animales. La Biblia Dios nos da varias ilustraciones de nuestra vida práctica con ejemplos animalescos.

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

--Mateo 6:26--


Si Jehová no edificare la casa, 
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad, 
En vano vela la guardia.
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta. 
--Salmo 27--

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