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La Consumación

 Cuándo el general Agustín de Iturbide, una vez realista,  unió fuerzas con el general Vicente Guerrero, se formó el ejército Trigarante o el de las Tres Garantías. Estas Tres Garantías consistían de Religión, Unión e Independencia. El 24 de febrero de 1821, Iturbide proclamó el Plan de Iguala, que presentaba lo que él aspiraba para la nueva nación, semejante a Los Sentimientos de la Nación de José María Morelos. Igual que Morelos, Iturbide deseaba que el nuevo país fuese Católico sin tolerancia de otras religiones. Independencia de España es lo que querían; sin embargo, Iturbide pensaba en instalar un estilo de gobierno monárquico, con ciertas restricciones similares a las que dictaba la Constitución de Cádiz, la cual limitaba a cierto grado el poder del rey, convirtiendo el reino en monarquía constitucional. Agustín de Iturbide sí pensaba en conservar vínculos con España: Fernando VII sería el emperador, y México tendría su propio rey.                            
Entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México

 En agosto, el nuevo virrey, Juan Ruiz de Apodada, e Iturbide acordaron firmar los Tratados de Córdoba, que ratificaban el Plan de Iguala, en otras palabras, la Independencia de México. El 13 de septiembre, se llevó a cabo una junta (presentes el virrey; el general Novella, que había destituido al antiguo virrey; e Iturbide)  en la que se aceptaba el ingreso del ejército Trigarante a la Ciudad de México. El 27 de septiembre, (cumpleaños de Iturbide) se hizo la triunfante entrada a la Ciudad de México, y esta se considera la consumación de la Independencia. En febrero del próximo año,  el mismo Iturbide se declararía emperador de México, el primero antes de los presidentes, pues después de muchos años, durante la presidencia de Benito Juárez, llegaría el francés emperador, Maximiliano de Habsburgo.  

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Una Lección de las Golondrinas

Mirando las golondrinas en la esquina de nuestra cochera... Los tres pajarillos en su nido aguardan... esperando solo una cosa: el alimento que les traerán papá y mamá. Y mamá y papá, son un equipo. Un equipo muy diligente, dedicado a cumplir una única tarea. ¿La misión? Alimentar a sus polluelos para que crezcan y se conviertan en las golondrinas que el próximo año estarán haciendo la misma cosa que ellos. Criar a la siguiente generación. Papá y Mamá golondrina cooperan, no para enriquecerse, hacerse famosos, ser de buen nombre... No, sino que trabajan para criar a sus polluelos, juntos . ¿No es esto lo que Dios describe como el rol de los padres en la familia? ¿De la unidad en el matrimonio? La crianza de los hijos es una comisión sumamente importante. Es de gran estima, algo inapreciable. No se puede llevar a cabo con éxito si no es con el poder de Cristo en la vida de dos creyentes. Creo que podemos aprender varias cosas de las golondrinas, y de muchos animales.

Iturbide

 Por Natalia Santana Navarro                         Agustín de Iturbide nació en 1783 en Morelia. Nació dentro de la vida de un criollo: su padre, quien tenía amistad con el  cura Miguel Hidalgo, era español, mientras que su madre era criolla. A los 15 años de edad, Iturbide ya trabajaba y era buen jinete en el ejército.  Se casó los veintidós años con la hija de un importante comerciante y hacendado. El Virrey Calleja lo promovió a teniente del ejército a esa misma edad. Agustín Itrubide, quien  como soldado era exigente y cruel,   no perdía sus batallas. Y en lo político, Iturbide no simpatizaba con el movimiento Insurgente, parcialmente porque estos habían dañado propiedad de su padre. Fue el negarse a participar en la insurrección de 1810 que lo ascendió a capitán.                              Por ser acusado de hacer mal uso de recursos, fue expulsado del ejército. Sin embargo,  en 1820,  el Virrey Apodaca lo asignó   jefe de tropas para combatir al ejército de Vicente Gue