Se escucha ese "pi" infinito, tan irracional.
Canal tras canal, disparo tras disparo,
Otra plaga, otro tirano,
Un terremoto y un ciclón, con un conflicto más.
–Qué bueno, –dije yo despreocupada, –que en esos ojos asustados y en ese cuerpo inmovil, mi alma no reside ya.
Mirando las golondrinas en la esquina de nuestra cochera... Los tres pajarillos en su nido aguardan... esperando solo una cosa: el alimento que les traerán papá y mamá. Y mamá y papá, son un equipo. Un equipo muy diligente, dedicado a cumplir una única tarea. ¿La misión? Alimentar a sus polluelos para que crezcan y se conviertan en las golondrinas que el próximo año estarán haciendo la misma cosa que ellos. Criar a la siguiente generación. Papá y Mamá golondrina cooperan, no para enriquecerse, hacerse famosos, ser de buen nombre... No, sino que trabajan para criar a sus polluelos, juntos . ¿No es esto lo que Dios describe como el rol de los padres en la familia? ¿De la unidad en el matrimonio? La crianza de los hijos es una comisión sumamente importante. Es de gran estima, algo inapreciable. No se puede llevar a cabo con éxito si no es con el poder de Cristo en la vida de dos creyentes. Creo que podemos aprender varias cosas de las golondrinas, y de muchos animales.
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